LA Daily News: Afirman trabajadores de servicio de comida de LAX que salidas de planta de Inglewood estaban bloqueadas anterior a piquetes
Dicen que acciones de gerencia representaron un peligro para empleados en caso de una emergencia
Por Kevin Smith, Southern California News Group
Publicado: 17 de febrero de 2023
Los trabajadores de servicio de comida de Flying Food Group presentaron una queja de Cal/OSHA contra la empresa, alegando que la gerencia cerró las puertas y aumentó la seguridad en la planta de Inglewood el mismo día que los empleados se preparaban para protestar por salarios más altos.
La queja se presentó el 6 de febrero a nombre de cuatro de los 346 empleados de Flying Food que prestan servicios a las aerolíneas en LAX y están representados por el sindicato Unite Here Local 11. Piden a la agencia estatal que realice una inspección en persona para validar sus reclamos.
Dicen que las puertas y portón cerrados con una placa de metal, las cuales desde entonces han sido reabiertos, representaron un peligro para los trabajadores en caso de una emergencia. Su contrato laboral expiró el 31 de enero y ambas partes se encuentran negociando un nuevo acuerdo.
En un comunicado emitido el Viernes, 17 de febrero, Flying Food dijo que los bomberos del Condado de Los Ángeles realizaron una inspección completa del edificio y no encontraron violaciones de seguridad.
Las instalaciones de Flying Food Group en Inglewood emplean a 346 trabajadores que prestan servicios a las aerolíneas en LAX y están representados por el sindicato Unite Here Local 11. Según la denuncia, Unite Here dijo que un piquete se realizaría en las instalaciones ubicadas en 901 W. Hillcrest Blvd. de la 1:30 a las 3:30 p.m. el 2 de febrero.
Horas antes el mismo día, los empleados notaron que la compañía había contratado guardias de seguridad adicionales. Y la puerta de despacho, la cual sirve como salida para el personal que trabaja en el área de recepción, almacén y áreas de cocina, estaba siendo cerrada con una placa de metal, según la denuncia.
“Una de las primeras cosas que noté fue una mayor seguridad”, dijo Gary Duplessis, un cocinero en la instalación y uno de los denunciantes. “Nunca había visto tanta seguridad hasta esa mañana. O sea, ¿qué pensaron que íbamos a hacer, asaltar el Capitolio?”
Duplessis dijo haber visto a un empleado hacer un agujero en la puerta de despacho antes de pasar por ella camino a tomar su descanso. Cuando regresó, estaba cerrada. Una placa de metal se había atornillado a la puerta y la pared, imposibilitando la entrada o salida a cualquiera, según la denuncia.
Ese acto, dijo Duplessis, estaba claramente dirigido a interrumpir la protesta que ocurrió más tarde ese mismo día.
“Simplemente no entiendo esto”, dijo el residente de Los Ángeles de 62 años. “Es deshumanizante que una empresa tome medidas tan extremas. Supongo que todo esto estaba relacionado con el hecho de que íbamos a llevar a cabo la protesta”.
Paul Andrade, otro empleado, intentó salir por una puerta exterior para tomar su descanso y descubrió que también estaba cerrada con una placa de metal. Otro trabajador vio agujeros recién perforados en una puerta junto a la cafetería, según la denuncia.
Jacqueline Pérez, una organizadora de Unite Here, llamó a los bomberos, quienes llegaron al mediodía del día de la protesta e inspeccionaron las puertas y el portón de las instalaciones. Para entonces, todos habían sido reabiertos y las placas habían sido removidas.
Un gerente de seguridad de Flying Foods dijo al personal de bomberos que la puerta de despacho había sido cerrada con placa porque no estaba en funcionamiento, según la denuncia, pero los bomberos notaron que la puerta funcionaba correctamente.
Flying Food Group dijo que la seguridad es alta prioridad en sus instalaciones de Inglewood.
“Seguimos comprometidos a mantener un ambiente de trabajo seguro y saludable para todos nuestros empleados y a resolver por completo cualquier asunto con CAL OSHA para garantizar la salud y la seguridad de nuestros empleados”, dijo la compañía.
La organizadora de Unite Here, Rachele Smith, dijo que las acciones de Flying Food eran claras.
“Es realmente aterrador e inquietante lo que una empresa está dispuesta a hacer”, dijo. “Pero al hablar con los trabajadores, la mayoría de ellos están más motivados en participar en acciones y en mantener un ojo en su empleador”.
Mario Quintanilla, un coordinador de vuelos de Flying Food que empaca, inspecciona y carga alimentos en los aviones, dijo que las acciones de la compañía lo inquietaron.
“Cuando me di cuenta de lo que pasó, sentí miedo e inseguridad en el lugar de trabajo”, dijo el residente de 54 años de Huntington Park.
Los trabajadores de Flying Food, junto con cocineros, cajeros, servidores y cantineros que trabajan para concesionarios en LAX, dicen estar mal pagados. La semana pasada celebraron un mitin frente a un foro de directores ejecutivos de Airports Council International-North America en Santa Mónica con tal de difundir su mensaje.
Exigen un salario mínimo más alto para poder pagar la renta en la ciudad donde trabajan.
Dicen que el salario base existente de $18.04 por hora de los empleados de concesionarios que no están empleados directamente por el aeropuerto requeriría que uno trabajase 17 horas al día para pagar un apartamento de dos habitaciones en Los Ángeles.
Vínculo a artículo en inglés: https://www.dailynews.com/2023/02/17/lax-catering-workers-claim-inglewood-plant-exits-blocked-ahead-of-pickets/